Oceaneering fue contratada por un importante proveedor de soluciones geotécnicas y offshore para instalar abrazaderas de ánodo de placa anticorrosión en bases de aerogeneradores offshore submarinos.
En mayo de 2017, un ROV de clase de trabajo Oceaneering® Magnum® Plus utilizó una herramienta de torsión suministrada por el proveedor para fijar los ánodos a las bases de los aerogeneradores. La profundidad del agua en el estuario oscilaba entre
52 a 98 pies (16 a 30 metros).
Uno de los principales obstáculos de este proyecto fueron las corrientes del estuario.
Las corrientes afectaron significativamente a la ventana de trabajo segura disponible para los ROV y tenían el potencial de influir negativamente en el calendario del proyecto. En algunos puntos, el equipo se vio limitado a ventanas de trabajo de 2 horas.
Además, la visibilidad en el estuario a menudo se veía comprometida. La ubicación del proyecto significaba que las aguas fangosas reducían a menudo la visibilidad a 0,5 m (1,6 pies), si no menos. Esta falta de visibilidad, unida a las fuertes corrientes, creaba un entorno de trabajo en el que realizar las tareas con seguridad y éxito era todo un reto.
Oceaneering utilizó tablas de mareas, medidores de corriente y experiencia in situ para maximizar el tiempo de inmersión operando dentro de las ventanas de mareas para aprovechar al máximo el tiempo disponible en el lugar.
Cuando la visibilidad descendió hasta casi cero, el equipo de Oceaneering movilizó un sonar de imágenes 3D y un mejorador de imágenes para que el proyecto siguiera adelante. Se consiguieron mordazas más grandes y se instalaron en el manipulador de cinco funciones para que el ROV pudiera agarrarse a la estructura de gran diámetro mientras colocaba las abrazaderas y así mantener la posición durante las corrientes altas, de nuevo para maximizar las ventanas de trabajo.
Durante las operaciones, el equipo de Oceaneering introdujo modificaciones en la herramienta de torsión para garantizar su desenganche seguro y eficaz de las abrazaderas de los ánodos. Además, un sonar de imagen en tiempo real instalado en el ROV proporcionó información valiosa durante los periodos de baja visibilidad. Esto permitió una navegación precisa desde el sistema de gestión de anclajes hasta el pilote de la turbina eólica.
El proyecto se completó en el plazo previsto, a pesar de unas condiciones extremadamente difíciles.
La relativa novedad del alcance del proyecto y la dispersión de los equipos fueron obstáculos que el equipo pudo superar adaptándose con rapidez y dinamismo, y aprovechando sus conocimientos especializados y su experiencia.
Sin la flexibilidad y el ingenio del equipo del proyecto, el cliente podría haber tenido que retrasar las operaciones, incurriendo en más costes. La capacidad de Oceaneering para resolver problemas e identificar soluciones se tradujo en un resultado satisfactorio y un cliente satisfecho.
El ROV Magnum Plus, de gran capacidad, permitió la instalación segura de las abrazaderas de ánodo en condiciones meteorológicas adversas y corrientes elevadas. Además, Oceaneering proporcionó apoyo auxiliar al cliente ayudando a otro operador de ROV -que estaba utilizando un pequeño ROV ocular cercano- a localizar cables mensajeros atrapados y liberarlos, ayudando a completar su tarea.
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